Los vinos orgánicos son un claro ejemplo de los vinos ecológicos, utilizando técnicas de cultivo orgánicas donde los pesticidas, herbicidas, fertilizantes y cualquier otro producto tóxico se encuentran prohibidos.
La condición de orgánico, finalmente, es una condición más, que implica, sobre todo, un compromiso con la protección de la salud y, en definitiva, el respeto por la naturaleza.